Buenos días!
Hoy vamos a ir a por algo de lo que, curiosamente, casi todos nos quejamos: "las quejas". ¿O es que no es molesto tener al lado a alguien que se está quejando constantemente? Paradójicamente, nuestra primera reacción será la de quejarnos: "Es imposible trabajar con una persona así... ¡qué pesada!", "ya está mi prima quejándose de la comida de la abuela, para eso que no venga", etc.
¿Y si, en lugar de quejarnos, intentáramos seguir alguna de las siguientes estrategias para dejar a un lado las criticadas quejas? Si empezamos nosotros mismos por intentar quejarnos menos quizá, por "efecto dominó", consigamos que estas personas se quejen menos y, tras ellas, las personas de su alrededor y así, sucesivamente.
No es muy científico pero, ¿por qué no probarlo? Ahí van las estrategias que, desde bienestar.salud180.com, enumeran:
1. Reflexiona por qué te quejas
A menudo las expectativas no satisfechas son la raíz del problema, más que las situaciones mismas. Pregúntate cuál es la idea que tienes de cómo deberían ser las cosas y compáralo con lo que realmente está sucediendo, cualquier diferencia te hará saber realmente qué te molesta.
2. Sé más positiva
Aunque es más fácil decirlo que hacerlo, no es imposible. Todo el mundo tiene problemas, la diferencia para salir adelante se encuentra en cómo se perciben, comienza aceptando que la vida no es perfecta. Haz una lista de las cosas buenas en tu vida y céntrate en ver qué hiciste bien.
3. Relájate
Realizar técnicas como la meditación ayudan a que aprendas a conectarte con el presente, a agradecer lo que tienes y olvidarte de lo que te falta, afirma Pilar Sordo, sicóloga autora de “Bienvenido dolor”. Puedes hacerlo en casa durante 30 minutos al día.
4. Concéntrate en ti
Muchas de las quejas surgen porque piensas en lo que los demás tienen que hacer para que seas feliz, y no en lo tú debes realizar para estarlo y para transmitirlo a los que te rodean, indica Pilar Sordo. Piensa en tus virtudes, lo que te hace falta mejorar y empieza a trabajar en ello.
5. Comienza a adaptarte
Lo único seguro en la vida es que nada se mantiene igual. Cuando los cambios lleguen tómate un tiempo para asimilarlos; hay algunos que son tristes y tienes que permitirte vivir un duelo. Aceptar las nuevas situaciones te ayuda a adaptarte de forma positiva y a que las quejas no broten.
6. Vive el presente
No puedes cambiar el pasado y preocuparte por el futuro es inútil, así que quejarte por cualquiera de las dos cosas es un desperdicio de tu tiempo. Lo mejor es que vivas el presente y actúes para optimizar cada día; en lugar de lamentarte del tráfico, sal más temprano y ayúdate a ti misma.
7. Sal de tu zona de confort
Seguramente muchas de tus quejas tienen solución, pero estás más cómoda sin hacer nada. Salir de tu zona de confort significa romper hábitos, cambiar rutinas y actuar para mejorar lo malo, afirma la coach Carolina Hernández. Si tienes mucho trabajo, habla con tus jefes y negocia.
8. Sé asertiva
Dejar de quejarte no significa que tengas que quedarte con todo hasta explotar. Puedes hacerlo siendo asertiva, es decir elige a una persona de mucha confianza con quien puedas desahogarte y de quien sí tomes en cuenta consejos. Recuerda que lo que buscas son soluciones principalmente.
9. Habla contigo
Tener un diálogo interno cuando tengas quejas es una manera de sacar la frustración y seguir adelante. Por ejemplo, si te regañó tu jefe en lugar de llegar con tu compañero opta dar una vuelta a la manzana y decirte a ti misma si te sientes mal, los errores que cometiste y cuál es la solución.
10. Responsabilízate
Tienes que ser responsable de tus errores, no de los demás. Respétate a ti misma, comienza por pensar positivamente de ti y de tu proceso de toma de decisiones; cuando falles acepta que eres humana y que los demás los son también. Dejar el control es una manera de quejarte menos.
Espero que os sea de utilidad.
¡Vamos a por un viernes algo más feliz y menos quejoso!
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